Como era de esperar hoy ha sido un día de contrastes, la mañana “tranquila” pendientes del resultado de los test, que al final fueron afortunadamente negativos.
A partir de ese momento una auténtica locura, ir hasta el puerto a recoger los vehículos, si en plural, porque nos llevamos también el VW Iltis de Ignacio Corcuera que seguía en cuarentena y era conveniente ganar tiempo para que todo fuera más fácil. Una auténtica joyita.

Con el coche una vez en el hotel, tomamos un tentempié y a currar, hay que preparar el coche para las verificaciones definitivas mañana, y distribución de las cosas que todavía teníamos en el camión de asistencia, sin parar en toda la tarde, acabamos de hacer una pequeña parada seguir el briefing que va a ser virtual este año, y en cuanto acabe seguiremos dándole cariño al Terrano unas cuantas horitas más.
