El Rally Dakar es una de las carreras más importantes y míticas del mundo del automovilismo, donde cientos de pilotos se reúnen en el desierto para, a lo largo de dos semanas, batirse en duelo y llevarse el trofeo del Touareg. Sin embargo, desde hace dos campañas comenzó una competición con vehículos antiguos, bajo la denominación Rally Dakar Classic.
La prueba se basa en el respeto de la regularidad, donde los tramos de navegación también se tienen en cuenta para sumar puntos. Y es que el ganador no se decide por el cronómetro, sino por el que acumule un mayor número total de unidades. A esos criterios, además, se le suma este año la técnica en las dunas para premiar el paso por los grandes bancos de arena del desierto de Arabia Saudí, donde los errores podrían salir muy caros y costar muchas posiciones en la clasificación general.
El recorrido es diferente al del Dakar habitual, con una reducción en el número de kilómetros, pasando de los más de 8.500 kilómetros a 6.542 km, 3.350 km de los cuales serán cronometrados. Todo ello se hará a lo largo de 14 especiales, que comenzarán el 31 de diciembre en Yanbu, y que acabará en Dammam el día 15 de enero de 2023, con la jornada del lunes 9 de descanso.
En la edición de 2023 contarán con alguien muy especial como embajador: el ganador de hace ya cuatro décadas, Jacky Ickx, un ilustre del automovilismo mundial más conocido por su paso por la Fórmula 1. El belga aceptó ese rol con mucha emoción, y será testigo de una competición que, aunque no estará con tantos focos como con los vehículos modernos, tendrá muchos alicientes para seguirla.